No basta con adoptar las exigencias de la Ley de Delitos Económicos para reducir los mismos y la corrupción, fenómeno lamentablemente ya arraigado en nuestro sistema político y social; se requiere que las empresas, sus directivos y colaboradores, se comprometan con una buena gobernanza, y que la sociedad toda se empodere para combatir estos delitos. Carta de nuestro socio, Patricio Pohl a Diario Financiero